La psicología del color

El packaging es la parte más visible de la marca y el 90% de las veces, es lo primero que vemos, incluso antes que el producto.  Por ello, uno de los factores que nos puede ayudar a llegar a nuestro público objetivo es, sin duda, el color.

El amarillo transmite diversión, amabilidad, frescura, optimismo, enfado y preocupación. Es ideal para vincularlo al ocio, estimula la actividad mental y genera energía muscular. Pero en exceso, puede tener un efecto inquietante y agotador.

El naranja transmite energía, vitalidad, aventura, diversión. Lo solemos encontrar en marcas de alimentos, bebidas, deportes y la tecnología; sin embargo, no solemos verlo en productos relacionados con la salud porque las personas pueden asociarlo con señales de advertencia.

El rojo es un color de alta visibilidad que transmite, energía, acción, fuerza y ​​pasión. Transmite emociones de intensidad, calor y excitación. Solemos verlo en marcas de consumo masivo o en señales de peligro.

El rosa se asocia a la sensibilidad, la dulzura, la ternura y el romanticismo. Las marcas que utilicen rosa conectarán con la sensualidad, el amor e incluso el erotismo.

El violeta transmite feminidad, energía, creatividad, poder, devoción y esoterismo. En publicidad suele enfocarse a un público femenino, por evocar sentimientos románticos y nostálgicos. Por tratarse de un pigmento poco presente en la naturaleza, se le otorgan connotaciones místicas.

El azul transmite simpatía, confianza, calma, honestidad. A nivel comunicativo se suele utilizar en productos relacionados con la limpieza, la frescura, o la sanidad.
También se asocia a productos tecnológicos y científicos.

El verde transmite esperanza, salud, serenidad, sostenibilidad.
A nivel corporativo se asocia a marcas ecológicas, naturales, sostenibles y en su versión más suave, se utiliza en hospitales o en productos médicos ya que transmite calma y relajación.

El marrón transmite solidez, confianza y tradición. Es cálido y está relacionado con la comida y el apetito. Psicológicamente, el marrón está cerca del suelo. Se utiliza para transmitir fiabilidad, firmeza y constancia de los productos o servicios.

El negro, transmite elegancia, riqueza, fuerza, misterio, sofisticación y duelo. Generalmente, el negro se utiliza para productos de alta gama evocando clase y elegancia. Se suele acentuar en combinación con otros colores, dependiendo de la emoción que queramos transmitir.

El blanco transmite sencillez, pureza, honradez y simplicidad. A nivel publicitario, puede asociarse a frescura, limpieza e higiene, por lo que está especialmente indicado para productos médicos. También podemos verlo en marcas tecnológicas.