El mejor envase para el mejor producto

Aunque pueda parecer que todos los envases de plástico son iguales, no lo son. Hay muchos aspectos en los que fijarnos para escoger el que mejor se adapte a nuestras necesidades.

La resistencia es una de las propiedades más importantes en las que fijarnos, ya que en ocasiones y debido a la manipulación, el envase podrá sufrir golpes o rozaduras. También debe soportar la presión que genera el contenido, así como proteger de las temperaturas extremas y de los rayos ultravioleta.

Los envases plásticos impermeables son esenciales para mantener el producto seguro en cualquier entorno, evitando fugas o derrames y que cualquier agente externo contamine el contenido.

La funcionalidad ayuda a la manipulación del envase. Por ejemplo, una buena forma ergonómica proporciona un mejor agarre. También los cierres bien diseñados facilitan en sistema de apertura, a la vez que conservan durante más tiempo producto.

Por otro lado, tenemos que fijarnos en la durabilidad, es decir, el tiempo que transcurre ante de que el envase comprometa la seguridad del producto. Esto puede suceder por diferentes motivos, desde la deformación del envase o la emisión de gases nocivos.

Las características físicas también son aspectos a tener en cuenta. Los acabados deben ser lisos y suaves, evitando sobre todo las rebabas. La presencia de acabados irregulares nos puede dar una gran pista de que el envase no está bien terminado.